El gobierno de la provincia de Buenos Aires lanzó una reforma fiscal que incluye cambios impositivos, una reducción del gasto político y una propuesta para controlar las cuentas de los municipios.
Esta iniciativa incluye un fuerte aumento del impuesto inmobiliario urbano y rural, que será parcialmente compensado fiscalmente con rebajas en los impuestos a los Ingresos Brutos y de Sellos.
Por este aumento, el fisco bonaerense espera recaudar unos $ 4000 millones adicionales, que compensarían parte de la pérdida de la recaudación por la baja en Sellos e Ingresos Brutos, cuyo costo fiscal será de unos $ 10.000 millones.
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