Muchos de los cambios que introdujo la Reforma Tributaria son aplicables para los ejercicios comenzados a partir del 1° de enero de 2018, y su falta de reglamentación genera inseguridad jurídica.
Si bien algunos aspectos ya fueron reglamentados, aquellos de mayor impacto sobre los contribuyentes y la recaudación (IVA, Ganancias, Procedimiento y Régimen Penal Tributario) todavía están en falta. Ellos son:
– Ajuste por inflación
– Precios de transferencia
– Países de baja o nula tributación
– Enajenación indirecta de bienes situados en el país
– Ganancias de establecimientos permanentes en el país
– Enajenación de acciones y otros instrumentos financieros
– Dividendos
– Venta de inmuebles
– Monedas virtuales
– Deducción de intereses (subcapitalización)
– Imputación de ganancias y gastos
– Quebrantos específicos
– Exenciones (renta financiera y fundaciones)
– Intereses presuntos
– Deducciones personales
– Nuevos profesionales y nuevos emprendedores
– Indemnizaciones de empleados jerárquicos
– Disposición de fondos y bienes a favor de terceros
– Venta y reemplazo de inmuebles
– Máquinas electrónicas y juegos de azar
– Adecuaciones al Código Civil y Comercial
– Procedimiento fiscal